El reciente fallecimiento de Lizandro Alves de Souza, un trabajador de 39 años en una planta de JBS en Brasil, volvió a poner en el centro del debate las condiciones de seguridad laboral en la industria de sacrificio de animales.
Según las primeras versiones de prensa, Alves de Souza murió al caer en un túnel de congelación. Sin embargo, Paulo, un representante del sindicato, ofreció una versión diferente a la Rel UITA: «Lo que realmente ocurrió fue que una caja en la cinta transportadora se atascó, y cuando Lizandro intentó desbloquearla, la cinta lo atrapó, causándole la muerte».
Un informe del Observatorio de Seguridad y Salud en el Trabajo (SmartLab), una iniciativa del Ministerio Público de Trabajo en colaboración con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), señala que en 2022 se registraron casi 613.000 accidentes laborales en el país, de los cuales 2.538 resultaron fatales. La tasa de mortalidad laboral ha alcanzado los niveles más altos de la última década, con casi siete muertes por cada 100.000 trabajadores.
La industria de sacrificio de animales, en la que trabajaba Alves de Souza, ocupa el quinto lugar en incidencia de accidentes laborales. No obstante, existe un problema significativo de infranotificación en este sector, lo que sugiere que la situación real podría ser aún más grave. A pesar de los esfuerzos por mejorar las condiciones de seguridad, los accidentes fatales continúan ocurriendo, afectando a miles de trabajadores cada año.
Otro caso reciente en la planta de Seara, también propiedad de JBS, destaca la falta de equipos de protección adecuados. En esa ocasión, una trabajadora sufrió una grave lesión en el brazo mientras operaba una máquina para quitar la piel de los cerdos.
Según el sindicato FTIA-RS, la trabajadora no contaba con el Equipo de Protección Individual (EPI) necesario, lo que pone en evidencia las fallas en la seguridad de los empleados en estos entornos.
Los sindicatos y organizaciones laborales en Brasil han exigido mayores medidas de seguridad y una mejor fiscalización en los frigoríficos.
