La Confederación Sindical de las Américas (CSA), que representa a 55 millones de trabajadores en el continente, condenó enérgicamente las «graves violaciones a la libertad sindical» en Panamá. En un mensaje difundido este 21 de julio, su secretario general, Rafael Freire, denunció la represión contra el movimiento sindical, incluyendo detenciones arbitrarias y la persecución al poderoso gremio de la construcción SUNTRACS, al que acusan de intentar «quebrar su organización».
Freire anunció una misión sindical internacional en Panamá del 21 al 25 de julio, con delegaciones de centrales obreras de América y Europa, para exigir el cese de la criminalización de líderes sociales. «El ataque al SUNTRACS es un ataque a todo el sindicalismo panameño y de las Américas», advirtió, mientras confirmó que solicitarán reuniones urgentes con la ministra de Trabajo y otras autoridades.
La CSA vinculó la crisis sindical con una amenaza más amplia a la democracia panameña. «Sin libertad sindical no hay democracia», afirmó Freire, comprometiendo el respaldo continental a las demandas de diálogo social y respeto a los derechos humanos. La misión incluirá encuentros con movimientos sociales, pueblos originarios y defensores de derechos humanos para documentar los abusos.
Como parte de las acciones, este 23 de julio se realizará un Acto de Solidaridad Internacional en el Hotel Torres de Alba, con transmisión en vivo. Las actividades buscan visibilizar casos como el del SUNTRACS —sindicato históricamente perseguido— y presionar al gobierno para detener lo que califican como «una escalada autoritaria».
El conflicto ocurre en medio de un clima de tensión social en Panamá, donde organizaciones sindicales y estudiantiles han enfrentado creciente estigmatización.
La CSA, respaldada por la Confederación Sindical Internacional, advirtió que llevará las denuncias a instancias globales si no hay avances: «Estaremos en las primeras filas defendiendo los derechos laborales y la democracia«, sentenció Freire.