La empresa láctea CONAPROLE, una de las mayores exportadoras de Uruguay, anunció el cierre de su planta en Rivera, pese a que la instalación reporta ganancias. La decisión generó un conflicto con la Asociación Obrera y Empleados de CONAPROLE (AOEC) y la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL), que rechazan el cierre y denuncian la negativa de la empresa a negociar en una mesa tripartita con el gobierno.
Según Enrique Méndez, presidente de la FTIL, CONAPROLE se negó a reunirse simultáneamente con los sindicatos y las autoridades del Ministerio de Trabajo (MTSS). «Dijeron que con nosotros no ingresarían. Parece evidente que eso habla más de ellos que de nosotros», afirmó Méndez. La empresa ofreció a los trabajadores reubicarse a 400 km de sus hogares para conservar sus empleos, una propuesta calificada como «lamentable e irresponsable» por el dirigente sindical.
Rivera, departamento fronterizo con Brasil, enfrenta una grave crisis económica, con un 49.21% de su población en informalidad, subempleo o desempleo. Méndez destacó que el cierre de la planta agravaría esta situación y contradice las necesidades de inversión en la zona. «Hablamos de mejorar la gestión de la planta, no de cerrarla«, señaló, mencionando propuestas para aumentar la competitividad frente a la leche brasileña.
A pesar de que los ministerios de Ganadería, Trabajo e Industria han mostrado disposición a mantener la planta operativa, CONAPROLE mantiene su postura. Los sindicatos preparan medidas de fuerza, incluyendo una movilización nacional el 30 de julio y asambleas decisivas los días 21 y 24 de julio, donde evaluarán posibles acciones.
La FTIL insiste en que el diálogo es la vía para encontrar soluciones, mientras CONAPROLE enfrenta críticas por priorizar ganancias sobre la estabilidad laboral y social en Rivera.