La Confederación Sindical Internacional (CSI), junto a IndustriALL e IndustriAll Europe, está desarrollando un Manifiesto de Transición Justa que exige poner los derechos laborales en el centro de la transformación verde. «Un futuro sostenible requiere mejorar condiciones laborales, crear empleos en economías circulares y proteger especialmente a las mujeres», afirmó Amalia Hammarlund, oficial de proyectos de la CSI.
«Los trabajadores no deben pagar por la transición verde», denunció Diana Junquera Curie de IndustriALL. La dirigente evidenció que las estrategias de moda circular (reciclaje, reparación) suelen diseñarse sin consultar a los empleados, lo que ya genera despidos y salarios más bajos en Asia y América Latina. Un afiliado resumió el reclamo: «Nada sobre nosotros sin nosotros», exigiendo participación real en las políticas climáticas.
Judith Kirton-Darling (IndustriAll Europe) alertó que iniciativas clave de debida diligencia ambiental —logradas por sindicatos— ahora son «blanco de recortes» bajo argumentos de simplificación normativa. «Es una carrera al abismo: las marcas externalizan responsabilidades mientras hablan de sostenibilidad», acusó.
El manifiesto buscará unificar demandas globales, reconociendo diferencias regionales: mientras Bangladesh sufre inundaciones que paralizan fábrica, Europa debate cómo financiar su reconversión industrial.
Los sindicatos insisten en que sin diálogo social vinculante y negociación colectiva transnacional, la «transición verde» profundizará desigualdades.