Con un mensaje de unidad, compromiso y acción, la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadores Estatales (CLATE) cerró el miércoles 26 de junio su 14° Congreso Ordinario y Extraordinario en el Hotel Héctor Quagliaro de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), en la Ciudad de Buenos Aires. Durante dos jornadas, más de cien congresales de 17 países debatieron, compartieron experiencias y definieron la nueva conducción de la organización para el período 2025-2029.
En la segunda jornada, la Mesa del Congreso inauguró la sesión plenaria y constituyó una delegación que participó en la apertura del Congreso de ATE, realizado en el Anfiteatro «Eva Perón». Allí, las y los representantes de la CLATE transmitieron su solidaridad a los trabajadores estatales argentinos, “frente al constante ataque a sus derechos impulsado por el gobierno de Javier Milei”, según destacaron desde la organización.
Paralelamente, en la sede del Congreso, se realizó un conversatorio sobre las relaciones entre China, América Latina y el Caribe, con las exposiciones del analista geopolítico Gabriel Merino y el profesor Ignacio Villagrán, director del CEACh. El espacio promovió el intercambio de miradas sobre el vínculo estratégico entre la región y el país asiático, así como los desafíos que este escenario plantea para los Estados y los trabajadores.
En horas de la tarde, el presidente de la CLATE, Julio Fuentes, junto a Matías Cremonte, titular de la Asociación Latinoamericana de Abogados y Abogadas Laboralistas (ALAL), presentó el informe sobre la participación de la Confederación en la 113.ª Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT. Allí se destacó el estudio conjunto de CLATE y ALAL titulado “Negociación colectiva en el sector público: un camino a seguir”, que refuerza la demanda de condiciones laborales dignas y marcos normativos que garanticen el diálogo social en los Estados de la región.
Finalmente, el Congreso aprobó por unanimidad su Declaración Final y las resoluciones anexas. “Los años por venir deberán ser de fortalecimiento y consolidación para la CLATE, de crecimiento y recambio intergeneracional”, expresó el documento.
Y concluyó con un mensaje enfático: “Debemos pasar de ser una herramienta de resistencia activa, a constituirnos como motor de transformación. Asumimos ese desafío y ese compromiso de no ser indiferentes ante la injusticia, de alzar nuestra voz para que se escuche bien alto y de pasar a la acción para hacer realidad el mundo que nos merecemos”.
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