En el marco del Día Mundial de los Servicios Públicos, la Internacional de Servicios Públicos (ISP) emitió un enérgico pronunciamiento, firmado por su secretario General, Daniel Bertosso, en el que alertó una nueva amenaza global a la democracia, los servicios públicos y los derechos sindicales, marcada por una transición del neoliberalismo hacia una militarización autoritaria del Estado. En un comunicado difundido esta semana, la organización señaló que este fenómeno “representa una amenaza nueva y existencial para la democracia, los servicios públicos y los sindicatos”.
El documento advierte que los ataques a trabajadores, sindicatos y servicios públicos “no tienen precedentes” y responden a una estrategia deliberada: “Un juez con poder puede anular tomas de poder inconstitucionales. Una enfermera comprometida cura a quienes lo necesitan, no a quienes más pueden pagar. Un profesor inspirador dota a generaciones de pensamiento crítico”, señaló la misiva, remarcando el rol vital que cumplen quienes integran la función pública.
“El mundo del trabajo está bajo asedio, pero también cuenta con una fuerza que puede marcar la diferencia”, enfatizó Bertosso, que también destaca la creciente movilización de trabajadores del sector público en todo el mundo como un acto de resistencia. “Cada día que lxs trabajadores prestan servicios públicos es un acto de desafío contra quienes quieren el fundamentalismo de mercado o un Estado autoritario”, añadió en la misiva.
La organización ejemplifica su llamado con experiencias recientes en distintos países. En Kenia, médicos y sindicatos organizaron protestas masivas en defensa del sistema público de salud tras intentos de privatización, incluso tras la represión policial que hirió a líderes sindicales. En Corea del Sur, trabajadores del servicio civil frenaron una avanzada militar en cuestión de horas. En Pakistán, agentes comunitarias de salud lograron su reconocimiento laboral tras años de precarización.
El dirigente del espacio con incidencia global insta a redoblar la organización sindical para hacer frente a estas amenazas: “Es tarde y la amenaza es real. Pero también lo es nuestro poder”, y en ese sentido concluyó con un llamado a la acción inspirándose en la líder sindical Dolores Huerta: “Es hora de bajarse de la acera y salir a la calle”.