La crisis política y social chilena se acelera a dos semanas de las elecciones nacionales constituyentes, de alcaldes y concejales. Por estas horas, Sebastián Piñera quiso evitar la promulgación de la Ley del Tercer Retiro del 10% de los fondos que administran las AFP, ante esto, la Unión Portuaria y la Federación de Trabajadores del Cobre anunciaron un durísimo plan de lucha que incluyó cortes, movilizaciones y hasta un boicot a las exportaciones chilenas por parte del Consejo Internacional de Estibadores.
Para tomar real dimensión de los hechos analizamos los más significativos:
Ley del Tercer Retiro del 10%
Tras varias semanas de tratamiento, la Cámara de Diputados ratificó la iniciativa que el 22 de abril fue aprobada en el Senado, por una votación de 119 votos a favor, 17 en contra y 3 abstenciones. El proyecto fue impulsado por la oposición de centro izquierda y contó con un amplio apoyo popular, como así también de algunos sectores del oficialismo frustrados ante las idas y vueltas de Piñera en la entrega de ayudas sociales. La ley aprueba un tercer retiro de ahorros de las cuentas individuales de capitalización de pensiones de hasta un 10% del total.
La oposición de Piñera
El gobierno realizó una presentación a comienzos de la semana pasada ante el Tribunal Constitucional (TC). Este Tribunal ya había fallado en contra de una iniciativa similar que planteaba un segundo retiro. De esta forma el gobierno pretendía fulminar la iniciativa por entender que la modificación del régimen previsional eran materia exclusiva del Ejecutivo. Otro de los argumentos que expresaba ante la ciudadanía era que la iniciativa dañaría las futuras jubilaciones hasta en un 30%.
El último domingo, Piñera también presentó un nuevo proyecto de ley alternativo al aprobado. El nuevo proyecto que consideró él mismo «un mejor proyecto» contenía otros mínimos y máximos (menores) para el retiro, impuestos para quienes realicen el máximo del retiro establecido y sumas fijas para quienes ya no tuvieran crédito en su cuenta individual con un consecuente agravamiento en las condiciones del régimen.
La respuesta
El mismo día de la presentación ante el Tribunal Constitucional hubo cacerolazos en todo Chile, levantamiento de barricadas, ataques a carabineros y comisarías. El pasado 27 de abril, la Unión Portuaria de Chile (UPCH) anunció la «paralización» progresiva hasta que el Gobierno de Piñera retire el recurso interpuesto ante el TC. El miércoles ya se habían registrado manifestaciones en los puertos de San Antonio, Caldera e Iquique.
A estos se sumaron la Federación Nacional de Trabajadores Portuarios de Chile (Fenatraporchi) y la Alianza Marítima de Chile, quienes se solidarizaron con los otros sindicatos. A mediados de semana más de 6 mil trabajadores de 17 puertos eran parte de la medida de fuerza.
El Consejo Internacional de Estibadores, agrupados como International Dockworkers Council (IDC), entregó el apoyo a sus pares chilenos y anunciaron que harán efectivo un bloqueo mundial de cargas provenientes de Chile.
“Los trabajadores portuarios del mundo miramos con preocupación la situación política y económica chilena. Fuera de sus fronteras, es fácil advertir la consolidación de un gobierno autoritario, desentendido de las necesidades de su pueblo, que, ni aún, las masivas protestas remecieron en su afán de cargar los costos de la crisis pandémica en los hombros de los trabajadores “, relatan a través de un comunicado firmado por el coordinador para Latinoamérica y el Caribe del IDC, César Luna.
Por su parte los trabajadores del cobre se sumaron al rechazo de las medidas impulsadas por Piñera. La Federación de Trabajadores del Cobre publicó: “Rechazamos la prepotencia reiterada de este Gobierno, quien, pese al clamor de un país entero, se niega a hacer cargo de las necesidades de una ciudadanía que al no contar con el amparo del Estado, ve como única solución, echar mano a sus propios ahorros para enfrentar la dura realidad a la que se ve enfrentado día a día, con miseria, tristeza y dolor. Basta de abusos, basta de pobreza, basta de ineptitudes de un gobernante que será recordado históricamente como artífice de los capítulos más horrorosos en la historia de nuestro país, solo comparable al legado del dictador”.
La Coordinadora de Trabajadores Mineros (Ctmin) que une a gremios de trabajadores públicos, privados y contratistas también manifestó su rechazo y llamó a todos su representados a estar alertas a movilizar. Cabe aclarar que a esta altura el clima político y social anuncian un nuevo estallido social.
Fallo de la Corte Constitucional
En este estado de ebullición social y sindical, la Corte Constitucional de Chile declaró inadmisible la impugnación presentada por el Gobierno. El rechazo de la impugnación ganó por 7 votos contra 3, bajo los argumentos relativos a la iniciativa legislativa, los efectos a futuro de la medida y los efectos sobre los 5 millones de ciudadanos que esperan los fondos.
«Como gobierno respetamos y aceptamos la decisión del Tribunal Constitucional, sin perjuicio de no compartirla. Por estas razones promulgamos hoy la reforma para permitir el retiro de 10 por ciento de los ahorros previsionales», dijo Sebastián Piñera, en el Boletín Oficial.
Ganadores y perdedores
En primer lugar, cabe preguntarse si los trabajadores chilenos obtuvieron una victoria, siendo que solo consiguieron recurrir por tercera vez a sus propios ahorros para paliar los efectos de la pandemia ante la ausencia de otras ayudas estatales.
Es innegable que un tercer retiro de fondos afectará gravemente el actual sistema, está semana los directivos de la AFP Capital hacían pronósticos negativos sobre el rendimiento de los fondos mientras aprobaban el reparto de utilidades. Las AFP, en líneas generales, vienen perdiendo posiciones, ya que los fondos que administran son cada vez menores y la rentabilidad y comisiones disminuyen, lo que hace pensar que el sistema tiene los días contados. De hecho, los mercados financieros respondieron muy mal a la promulgación del retiro de fondos.
El gobierno de Piñera es uno de los grandes perdedores. Con un índice de aprobación del 9% no para de caer y el pozo en que está parecer no tener fondo. Los sindicatos portuarios y el cobre junto a la CUT son los grandes ganadores de estas últimas semanas.
La Central Única de Trabajadores convocó hace semanas a un paro nacional sanitario para este 30 de abril. Todas las manifestaciones que allí se produzcan, en vísperas del Día Internacional de los Trabajadores, serán capitalizadas por el movimiento obrero organizado y más en estas circunstancias en que se lo ve victorioso.
Por último, la dura y rápida respuesta de los portuarios y mineros los legitiman, dentro del movimiento de trabajadores, de cara a las discusiones que tendrán lugar durante la Asamblea Constituyente, como así también han ganado el reconocimiento de la sociedad en su conjunto.
Chile vive horas difíciles dónde canalizar el descontento social no siempre es fácil, sacando a los partidos políticos resta saber si esto lo podrán hacer las organizaciones sociales o los trabajadores organizados. Acciones como las de la última semana dejan en claro el rol de los sindicatos.