La Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadores Estatales CLATE conmemoró su 58° aniversario, recordando su histórica fundación el 25 de febrero de 1967 en Chapadmalal, Argentina. Desde sus inicios, la organización se ha consolidado como un espacio de unidad y representación de los trabajadores del sector público en la región, con un compromiso inquebrantable por la defensa de sus derechos.
En su congreso fundacional, CLATE nació con el objetivo de garantizar tres derechos esenciales para los empleados estatales: el derecho a la huelga, la organización y la negociación colectiva. Líderes sindicales de diversos países, como Carlos Custer (Argentina), Elio de Melo (Brasil) y Luis Uini (Uruguay), fueron protagonistas en la redacción de su declaración de principios. Según Custer, “cada cosa fue conversada, coincidíamos en lo esencial, porque si no luchamos por un mundo mejor, ¿por qué estamos luchando?”, reafirmando el propósito transformador de la organización.
Uno de los pilares fundamentales de CLATE ha sido la unidad latinoamericana, un principio que trascendió ideologías y colores políticos. El sindicalismo pluralista de la confederación permitió la confluencia de diferentes corrientes, desde peronistas en Argentina, socialistas en Chile, hasta trabajadores vinculados a movimientos liberales y conservadores. Tucapel Jiménez Alfaro, líder chileno asesinado en 1982 por la dictadura de Pinochet, jugó un papel clave en la creación de la entidad y en la búsqueda de la unidad, no solo de los trabajadores, sino también de los pueblos.
Durante estos 58 años, la confederación ha enfrentado momentos difíciles, incluyendo dictaduras, persecuciones y crisis económicas, pero también ha logrado avances significativos en la defensa de los derechos laborales. Entre sus mayores logros se destaca la promoción del Convenio 151 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que garantiza la negociación colectiva en el sector público. “Hemos logrado impulsar este convenio hasta convertirlo en una norma global”, destacó Julio Fuentes, actual presidente de CLATE.
Más allá de la defensa sindical, la confederación mantiene una visión integral de la sociedad, incorporando debates sobre el rol del Estado, la justicia social y la protección del medio ambiente. En este sentido, Fuentes enfatizó que CLATE sigue dando la batalla contra las corporaciones que buscan debilitar el Estado y privatizar servicios esenciales. “Nosotros constituimos esta herramienta sindical para luchar por la liberación social, pero también por la liberación nacional de nuestras patrias”, subrayó.
Actualmente, CLATE agrupa a más de 90 organizaciones sindicales en 20 países y se mantiene fiel a su misión original: fortalecer la solidaridad entre los pueblos y promover una sociedad más justa