La Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera ICM manifestó su «solidaridad inquebrantable» al Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares de Panamá SUNTRACS, tras la represión de la que fueron victimas varios trabajadores en la manifestación del pasado 12 de febrero.
En un comunicado emitido el 14 de febrero de 2025, la organización sindical internacional denunció el uso excesivo de la fuerza por parte del gobierno panameño y exigió la protección de los derechos laborales.
Según la ICM, la movilización organizada por SUNTRACS buscaba rechazar las reformas al sistema de pensiones que, de aprobarse, «amenazan con aumentar la edad de jubilación, reducir las pensiones mediante cuentas individuales y entregar la administración del sistema a instituciones financieras privadas».
El espacio sostuvo que, a pesar del carácter pacífico de la protesta, el gobierno respondió con una «represión policial violenta», lo cual dejó como saldo la detención de 514 trabajadores, incluidas mujeres que, según la ICM, «estaban amamantando al momento de su detención».
La ICM recordó que en 2024, el sector bancario panameño, liderado por el banco estatal Caja de Ahorro y el Banco Nacional, cerró las cuentas financieras de SUNTRACS en represalia por su participación en protestas contra una concesión minera de 40 años. Estas acciones, según la organización, violan los derechos fundamentales de los trabajadores, consagrados en los Convenios 87 y 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
BWI stands with @SuntracsPanama against the violent crackdown on workers protesting pension privatisation and regressive reforms. 514 arrested, including women. Defend workers’ rights and social protections! #Solidarity
Full story: https://t.co/YzBEAlzhug” pic.twitter.com/z1NrArv50a
— BWI Global Union (@BWIglobal) February 17, 2025
El comunicado también señala que el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, ha criticado públicamente a SUNTRACS y su liderazgo con el fin de «infundir miedo y debilitar al sindicato». Para la ICM, este tipo de discurso refleja una postura «anti-sindical» del gobierno, que busca criminalizar el activismo sindical y restringir la libertad de asociación.
Ante esta situación, la internacional exigió a las autoridades panameñas que detengan la represión contra los trabajadores, descongelen las cuentas de SUNTRACS y cesen «todos los ataques financieros y administrativos contra el sindicato». Asimismo, instó al gobierno a abandonar las reformas al sistema de pensiones y a dialogar con los sindicatos para «desarrollar protecciones sociales sostenibles y equitativas».
«El derecho a protestar y organizarse es un pilar fundamental de la democracia y no puede ser silenciado mediante la fuerza y la intimidación», subraya el comunicado. La organización aseguró que continuará monitoreando de cerca la situación en Panamá y movilizando apoyo internacional para garantizar el respeto a los derechos laborales.