En el marco de la última ronda de negociaciones en la ONU para la elaboración de un tratado internacional sobre responsabilidad corporativa, la Confederación Sindical Internacional CSI y las Federaciones Sindicales Internacionales FSI reiteraron el pedido de un acuerdo que garantice justicia y responsabilidad para los millones de trabajadores que forman parte de las cadenas globales de suministro.
El tratado, cuya discusión lleva casi una década, busca llenar vacíos legales internacionales en materia de derechos humanos y frenar la impunidad empresarial. Según un borrador actualizado publicado en julio de 2023, solo se logró cierto consenso en disposiciones clave, mientras que la décima sesión de negociaciones de octubre de 2024 fue aplazada, una decisión que la CSI calificó de «frustrante y poco transparente».
En una carta conjunta, la CSI, las FSI y diversas organizaciones de la sociedad civil criticaron la falta de consulta previa sobre el aplazamiento e insistieron en la necesidad de mayor claridad e inclusión en el proceso. «El movimiento sindical exige un proceso transparente que contemple la plena participación. No podemos permitirnos más retrasos en la consecución de un tratado que garantice justicia para los trabajadores y obligue a las empresas a rendir cuentas«, enfatizó Luc Triangle, secretario general de la CSI.
A pesar de la lentitud en los avances, la CSI valoró algunas iniciativas recientes, como el aumento de financiamiento para el desarrollo del tratado y la incorporación de consultas temáticas apoyadas por expertos jurídicos independientes. Triangle reiteró: «Estamos plenamente comprometidos y preparados para conseguir el tratado que los trabajadores y las trabajadoras merecen».
Las prioridades sindicales para el tratado
Entre las demandas clave del movimiento sindical se encuentran:
- Amplio alcance: Cobertura de todos los derechos humanos reconocidos internacionalmente, con especial énfasis en los derechos fundamentales de los trabajadores.
- Cobertura exhaustiva: Inclusión de empresas de todos los tamaños y sectores.
- Regulación extraterritorial: Garantizar acceso a la justicia para las víctimas de violaciones cometidas por empresas transnacionales.
- Diligencia debida en derechos humanos: Políticas y procedimientos obligatorios para las empresas.
- Responsabilidad corporativa: Establecimiento de obligaciones legales claras para las empresas.
- Cumplimiento internacional: Creación de un mecanismo de supervisión y aplicación a nivel global.
Triangle resumió el espíritu de la demanda: «Millones de trabajadores y trabajadoras de las cadenas de suministro apuestan por un tratado que aborde el actual desequilibrio que prioriza los intereses corporativos sobre los derechos humanos. Necesitamos un tratado vinculante ya».
Un proceso que enfrenta retos
Si bien la CSI ha expresado cierto optimismo ante los recientes esfuerzos por revitalizar las negociaciones, también ha dejado claro que los retrasos y la falta de acuerdos contundentes podrían socavar el propósito del tratado.
El tratado, de concretarse, marcaría un precedente en la regulación corporativa global y representaría un avance significativo en la protección de los derechos laborales y humanos en un contexto cada vez más globalizado.