El 4 de diciembre, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, recibió en el Palacio de Planalto a una delegación del movimiento sindical internacional encabezada por la Confederación Sindical Internacional (CSI) y la Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas (CSA).
La reunión, que se llevó a cabo durante el Consejo General de la CSI en Brasilia, abordó temas clave como el trabajo decente, el cambio climático y la lucha contra las desigualdades.
Entre los asistentes se encontraban Luc Triangle, Secretario General de la CSI, y Rafael Freire, Secretario General de la CSA, quienes destacaron el liderazgo global de Lula en la promoción de los derechos laborales y su defensa de una agenda internacional basada en la justicia social. Triangle enfatizó que “el movimiento sindical internacional es el mayor movimiento social del mundo” y elogió el papel de Lula en el G20, donde promovió políticas laborales y sociales con impacto global.
Compromiso climático y derechos laborales
Durante la reunión, se reconoció el papel de Brasil en la próxima COP30 como líder en la lucha contra el cambio climático. Los líderes sindicales pidieron a Lula que mantenga su compromiso con los derechos laborales en foros como la ONU, el G20 y el BRICS. Cath Feingold, representante de la AFL-CIO, destacó la importancia de la alianza global por el trabajo decente, impulsada por Brasil y Sudáfrica, y pidió que continúe a pesar de las dinámicas políticas internacionales.
Rafael Freire, Secretario General de la CSA, subrayó que esta reunión simboliza un fortalecimiento de las alianzas entre gobiernos progresistas y el movimiento sindical global. “El rol de Brasil bajo el liderazgo de Lula es estratégico para avanzar en una agenda que enfrente la pobreza, las desigualdades y la crisis climática desde una perspectiva de justicia social”, señaló.
Un vínculo histórico y solidario
Lula, por su parte, agradeció el apoyo recibido por el movimiento sindical durante los años de persecución política y su encarcelamiento, destacando sus raíces como dirigente sindical. “Mi vínculo con el movimiento sindical no es solo histórico, es un compromiso permanente para construir un mundo más justo y solidario”, afirmó el presidente.
En un momento simbólico del encuentro, los sindicalistas entregaron a Lula una fotografía tomada en Copenhague en 2018 durante una manifestación del movimiento “Lula Libre”, subrayando la solidaridad que ha unido al presidente brasileño con el movimiento sindical global.
El evento contó también con la participación de Sergio Nobre, presidente de la CUT, y Ricardo Patah, líder de la UGT. Ambos destacaron el potencial del diálogo entre el gobierno de Brasil y el movimiento sindical internacional para avanzar en una agenda conjunta de justicia social, trabajo decente y sostenibilidad.