La Confederación Sindical Internacional CSI calificó como «lamentablemente insuficiente» el acuerdo logrado en la COP29, subrayando su incapacidad para responder a las demandas urgentes de la crisis climática.
Luc Triangle, secretario General de la CSI, señaló que el acuerdo representa un retroceso para los trabajadores y las comunidades más vulnerables y destacó que los países desarrollados han ignorado su responsabilidad histórica frente a esta crisis. «Este supuesto acuerdo es totalmente inadecuado, y un insulto a los trabajadores y a los países del Sur Global», agregó.
Uno de los principales puntos criticados por la CSI es la financiación climática, ya que el acuerdo establece movilizar 300.000 millones de dólares hasta 2035 a partir de diversas fuentes, como préstamos y financiación privada. Sin embargo, esta cifra está lejos de los 1,3 billones de dólares anuales que, según estimaciones, serían necesarios para abordar de manera efectiva las necesidades climáticas de los países en desarrollo.
«La falta de un compromiso sólido con la financiación pública basada en subvenciones solo profundiza la crisis y expone a los países vulnerables a un mayor endeudamiento», explicó la organización.
La confederación se refirió a la omisión de debates significativos sobre políticas de transición justa. Aunque este enfoque busca garantizar que los trabajadores sean protegidos y apoyados en la transición hacia economías sostenibles, el Programa de Trabajo para una Transición Justa (PTJT) no obtuvo una decisión clara en la COP29.
«Los trabajadores están en el centro de la acción climática, pero una vez más han sido excluidos del proceso. No habrá acción climática eficaz sin proteger a los trabajadores actuales y futuros», afirmó Triangle.
En ese sentido, la declaración señaló que el acuerdo refleja una desconexión preocupante entre las acciones climáticas propuestas y las necesidades reales de los países en desarrollo. Para Triangle, los países ricos no solo han incumplido sus promesas financieras, sino que también han mostrado falta de voluntad política para priorizar soluciones equitativas.
«Esta COP ha fallado a los trabajadores y a las comunidades de todo el mundo», concluyó, señalando que la falta de ambición agrava las desigualdades sociales y económicas.
Para la CSI, el reto sigue siendo abogar por una transición justa que no solo garantice un futuro sostenible, sino que también proteja los derechos y la seguridad de los trabajadores en todo el mundo. La organización insistió en la necesidad de mayor presión internacional para corregir el rumbo antes de que sea demasiado tarde.