El pasado jueves, sindicatos de toda España protagonizaron una serie de protestas en diversas ciudades del país, con el objetivo de forzar un acuerdo entre el Gobierno y el sector empresarial para reducir la jornada laboral. Esta movilización se produce en un contexto de resistencia por parte de los empresarios, quienes han expresado su preocupación por los posibles aumentos en los costes derivados de esta medida.
Unai Sordo, secretario general del sindicato Comisiones Obreras (CCOO), se dirigió a cientos de manifestantes congregados ante la sede de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) en Madrid. «La economía española y las empresas pueden asumir perfectamente una reducción generalizada del tiempo de trabajo«, afirmó Sordo, agregando que los avances tecnológicos facilitan la posibilidad de reducir la jornada laboral sin afectar los salarios, lo que podría mejorar la productividad de las empresas. Estas declaraciones, publicadas por el diario La República, reflejan la postura de los sindicatos frente a un tema que ha generado un amplio debate en el país.
El Gobierno del PSOE, liderado por Pedro Sánchez, ha impulsado un plan que reduciría la jornada laboral semanal de 40 horas a 37,5 horas. Según el Ejecutivo, esta medida sería beneficiosa no solo para los trabajadores, sino también para las empresas, al aumentar la productividad. Sin embargo, los empresarios temen que esta reducción pueda afectar sus márgenes de ganancia y su competitividad, un argumento que también fue recogido por La República.
Para convencer al sector empresarial, el Gobierno ha propuesto una bonificación destinada a pequeñas empresas con menos de 10 empleados, con el objetivo de compensar los posibles costes derivados de la reducción de la jornada laboral.
La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha subrayado en varias ocasiones que la reducción de la jornada laboral incrementará la productividad, un aspecto en el que España ha estado históricamente rezagada en comparación con sus vecinos europeos. Según datos de Eurostat, en 2023 la semana laboral media en España fue de 36,4 horas, ligeramente por encima del promedio de la Unión Europea, que se situaba en 36,1 horas.
En el año 2000, Francia introdujo una semana laboral de 35 horas con la esperanza de generar empleo, pero los datos muestran que el coste de la mano de obra aumentó, lo que hizo que las empresas francesas fueran menos competitivas en términos relativos.